CONSEJOS

Hoy he pensado que sería buena idea, daros un par de consejos para que no comentais errores que por supuesto hemos comentido otros.

Os pongo en situación: fin de semana libre, sin trabajo, soleado...perfecto para "echar el culo a volar" y piensas....VAMOS A IKEA!!!!!"pasamos el día en Madrid, vemos ideas, nos damos una vuelta....será un día estupendo" FALSO!!!!!! SERÁ UNO DE LOS PEORES DÍAS QUE RECUERDES CON TU PAREJA!!!!!

Condiciones indispensables para viajar al Ikea:

1)Tener FE. El que va a Ikea debe ser un ferviente creyente de los siguientes interrogantes:

Todo está muchísimo????? más barato que en cualquier otro sitio?????Todo es muy fácil de montar????!!!!. ¿por qué todo el mundo se ha montado la casa en Ikea? Los muebles no son de tan mala calidad?? No te importará compartir decoración y mobiliario con medio barrio???

Lo que si tengo claro es que el catálogo del Ikea fue mi biblia durante meses antes. Cada vez que lo leía descubría cosas nuevas y me encantaban.(Eso si, antes de visitar en realidad IKEA)

2) Viajar en sábado a IKEA, os cuento:

Sabado: 7.00 A.M (nos vamos a Madrid) (para que de verdad sea una jornada apocalíptica es imprescindible ir en sábado) comienza siempre con un madrugón del copón, motivado porque 10.000 paranoicos como tú han decidido que ese mueble diseñado por Karl Gunter Lograd Tylösasand les quedaría de puta madre en esa habitación sempiternamente vacía y que hasta ayer no sabían como llenar.

9.00 A.M (salida 19, de la N-I) Llegada a San Sebastián.(IKEA)Los almacenes Ikea suelen estar escondidos en polígonos industriales desparramados a las afueras de las grandes ciudades, donde sólo pueden llegar con tiempo antes del pistoletazo de salida (las 10 a.m.) los cuatro desgraciaos que tienen navegador en el coche. Al resto les espera un tormentoso nudo gordiano de autopistas, incorporaciones, laterales y “to recto hasta el fondo... ¿ve aquél pirulo de allí? Pues ese no, el otro”.

10:15A.M Encontramos aparcamiento y conseguimos bajarnos del coche.El parking queda repleto de utilitarios en fracciones de segundo y con tanto giro a izquierdas, rechinar de neumáticos y columnas esfumándose a banda y banda uno tiene la sensación de estar dentro de la última entrega de Bourne. Tras aparcar –y ya metido en materia-te dan ganas de abrir el maletín y comunicarte con la Central de Inteligencia, pero... no, no, eso que llevas en el asiento de atrás es el mítico macuto azul recuerdo de anteriores incursiones. El modelito homeless urbano se complementa con la susodicha bolsa en bandolera, el lapicero lilliput detrás de la oreja, papel donde anotar la clave secreta de tu ansiado mueble sobresaliendo del bolsillo de atrás y la cinta métrica de papel enrollada al cuello. Felicidades: eres un pringao y lo sabes!!!!!

10:20 A.M (hemos llegado a la puerta de IKEA) YIUJUJUJUJU (ME APPREPENTÍ DE ESTE PENSAMIENTO)La verdad es que ir un sábado a ikea es algo que no le recomiendo a nadie que pueda sufrir ataques de ansiedad o estrés dado que la gente allí es muy, y digo muy muy, abundante. Pasearse como borregos por la exposición, te lo montan como si fuese un museo, con un recorrido que debes hacer, te hace sentir incomoda tanta gente, tanto ruido y no tener escapatoria (lo digo en serio, hasta que no te paseas por todo IKEA, no encuentras el cartel de salida....SON "MU LISTOS")

20:00 P.M compraré lo que sea porque ya que estoy en Ikea algo tendré que hacer; compraré un servilletero de plastico con una bola que prense las servilletas y alardearé ante mis amigos de lo mucho que me he ahorrado. (una pena....)

CONCLUSIÓN: Ikea pone a prueba tu capacidad mental, la lleva al límite de la resistencia humana. Las Fuerzas Especiales deberían de tener una prueba de supervivencia en grandes superficies comerciales: orientación, esfuerzo continuado, superación de imprevistos, interacción con el compañero, reflejos. El avituallamiento se lleva a cabo en un comedor de geriátrico que (no me expliquen porqué) siempre está lleno.

Ikea representa para muchas parejas el primer encontronazo serio en su convivencia de vino y rosas. “Maldita sea, como me he podido enamorar de est@: somos incompatibles!!!

Ikea, pues, cumple una triple función igualadora: le ayuda a saber exactamente qué es lo que más le repugna de su media naranja, testea sus posibilidades de supervivencia en caso de desastre termonuclear y... le hace conocedor de sus limitaciones!!!!